Canteos CLUM (74): Especial movimiento Free Party

Este próximo fin de semana se celebra una nueva edición del Monegros Desert Festival, una rave de 24 horas seguidas donde la música y las vitaminas fluyen sin control en pleno desierto aragonés.

Sin embargo, el CLUM opta por darte una sobredosis de información reivindicando las fiestas en las que se inspira este festival: las llamadas free parties, squat parties o teknivals, es decir, fiestas clandestinas, generalmente al aire libre, donde sonidos CLUM hacen entrar a la gente en una especie de estado emocional y psicológico alterado. Aunque se nutren de géneros musicales puramente electrónicos, las raves tienen un fuerte componente tribal y de comunidad, a diferencia de los clubes convencionales. Para algunas personas como el estadounidense Douglas Rushkoff, escritor, columnista y profesor de cultura virtual de la Universidad de Nueva York, “La cultura rave es donde veo la mayoría de las formas conscientes más evolucionadas de espiritualidad hoy en día. Es un lugar donde la ciencia, la tecnología, la cultura global y la cultura joven se encuentran en un ritual espiritual pagano.”

En esta página explican el porqué de ésto a través de sus orígenes
El origen de estas fiestas como tales, se traslada a los años 60 en Estados Unidos. El movimiento hippie sufría la mirada de Nixon y muchos decidieron exiliarse y viajar por todo el mundo, llevando consigo un fenómeno sociológico contemporáneo: los New Age Travellers. En Inglaterra, estos nuevos nómadas, vivían en camiones o autobuses transformados en casas e iban de festival en festival, naciendo así la cultura de la fiesta libre a lo largo de los años 80. Durante este período el movimiento musical crecía acompañado de una fuerte ideología como distintivo. El fin era utilizar un espacio para dar a conocer otro tipo de música en un ambiente de unión y de libertad. Alrededor del “sound system” se organizaban las fiestas en una zona autónoma como alternativa a las ofertas de ocio existentes. Basadas en la filosofía de Hakim Bey, las free parties se convierten en “Zonas temporalmente autónomas”, es decir un espacio que por una noche es autogestionado e independiente. “Es una fiesta libre de cualquier tipo de restricción que pueda serle impuesta por la legislación o convenciones que regulan la escena de clubs” explica un colectivo de free party de Alicante. Se forma como una burbuja donde cada uno es libre de expresarse como quiera, respetando a los demás. El escritor especializado en música electrónica Eric Steins decía que “los ritmos de la música techno eran el énfasis de la cultura rave”.
Desde Estados Unidos el movimiento se exportó al Reino Unido y de ahí se extendió al resto de Europa, especialmente a países como Francia, Alemania, Italia, Holanda y España. En la última década, ante la mayor persecución de estas fiestas, el movimiento se está trasladando hacia Europa del Este, especialmente a países como la República Checa, Hungría o Rumanía.

En este recomendable documental italiano Tekno. Il respiro del mostro, se cuenta el estado actual de este fenómeno en Europa.



No obstante, antes de vértelo, merece la pena que eches un vistazo a lo que ocurrió en el año 2005 en el CzechTek, posiblemente la rave más salvaje del mundo, con un final acorde a tamaño desfase.



En España existen decenas de colectivos que continúan realizando multitud de raves a lo largo y ancho del mapa. Muchas de ellas al albor de festivales consagrados como el Sónar con su AntiSónar y el Viña Rock con su ViñaTek. Otras, como la Fiesta del Dragón en las Alpujarras se convierten en la mayor concentración hippy de Europa.

Sin embargo, es necesario volver casi treinta años atrás para recordar la famosa ruta destroy o ruta del bakalao valenciana, movimiento cultural CLUM que comenzó a principios de los ochenta en paralelo a la movida madrileña y terminó a mediados de los años noventa, pionero en traer a España los sonidos electrónicos más vanguardistas de la época. A pesar de su mala prensa durante décadas, últimamente se empieza a reivindicar como un gran fenómeno social y cultural con exposiciones como la que hubo hace escasos meses en el MuVIM de Valencia.


Aquí tienes el mítico documental de Canal + del año 1993 donde se explicaba este fenómeno:



Y, si todavía tienes ganas de más, no dejes de mirar e investigar sobre el festival Kazantip en la península de Crimea, antes rusa, luego ucraniana y de nuevo rusa. Cosa que al parecer se la suda a su creador, tal y como muestra este reportaje.


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