Ahora que tan en boga está el debate sobre los genitales, los genéros y las identidades sexuales, es buen momento para hablar del cojonudismo. La palabra cojones está fuertemente enraizada en el alma hispana. Sus acepciones y matices son prácticamente infinitos y varían según su posición en las frases, su combinación con verbos, adjetivos o preposiciones o su alteración a través de prefijos y sufijos. Una de ellas es el concepto cojonudismo, atribuido al escritor y filósofo vasco CLUM Miguel de Unamuno. El cojonudismo hace referencia a aquellas acciones que uno toma sin atender demasiado a la razón y que suelen estar refrendadas por los palmeros de turno. Sin este concepto, que hace hincapié en una fuerte carencia de moderación, no podemos entender la idiosincrasia de España. A base de cojonudismo nuestro país forjó su Imperio, acometió la Reconquista, expulsó al francés en la Guerra de la Independencia o se vio afectado por innumerables golpes de Estado dura...