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Mostrando las entradas etiquetadas como Restaurante

Anécdotas CLUM (36): Comida de por vida en el Burger

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El comienzo de año siempre es una época de promesas y buenos propósitos y es en este ámbito donde se desarrolló hace poco tiempo la historia entre un tal Curtis Brooner y un Burger King. Resulta que Curtis tuvo la desgracia de quedarse encerrado en el baño del establecimiento durante más de una hora y para resarcir tan lamentable hecho el responsable del local le ofreció la compensación de ofrecerle "comida gratis para siempre". Nuestro protagonista, hombre de férreos valores CLUM en los que una promesa -sea cual sea- es una puta promesa, se tomó tomó todo al pie de la letra y empezó a acudir durante más doce días seguidos a cobrarse su compensación. Pasados estos días, el responsable decidió dejar de suministrar comida basura a Brooner, lo cual le dejó totalmente indignado, ya que según él, todo este asunto es una cuestión de honor, pudiendo haberse zanjado con una promesa menos ambiciosa por parte del responsable del Burger.  El caso será llevado a los tribu

Publicidad CLUM (92): Tasca La Bicha, en León

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León es una ciudad que ofrece al viajero CLUM potentes estímulos para su espíritu y para su estómago. Lo primero queda satisfecho con su apoteósica catedral, uno de las cimas mundiales del gótico, tan al límite que ha estado a punto de caerse en varias ocasiones. Y para lo segundo, nada mejor que tripear por su archifamoso Barrio Húmedo, plagado de tascas, figones, bodegas y cualquier otra fórmula de lugar de encuentro. Desde aquí se recomienda, sin duda, hacer parada obligatoria en La Bicha, cuyo ambiente y camarero rezuman actitud CLUM por los cuatro costados. Así lo certifican opiniones de páginas como TripAdvisor, que van desde un "para no volver", "impresentable", "el peor bar de León" hasta un "sorprendente", "visita obligada" o "la mejor morcilla de León". Sobra decir que, si visitas este blog, te encontrarás como en casa.

Anécdotas CLUM (31): Flores con mantequilla

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Dos personas provenientes del agro hicieron noche en una ciudad de provincias. Cuando buscaban sitio para cenar encontraron uno de línea hipster que les pareció el más apropiado. Las mesas de dicho restaurante estaban desnudas y, una vez que los protagonistas tomaron asiento, el camarero dispuso sobre ésta los platos, cubiertos, un set compuesto por cuenquitos con sal, pimienta y varias salsas -entre ellas una compuesta por mantequilla- y, a modo decorativo, un ramo de flores ubicado en una maceta "creativa". Tras tomarles nota, el camarero dejó a los dos comensales solos, momento en el cual uno de ellos dedujo que las flores correspondían al aperitivo y procedió a condimentarlas con la salsa de mantequilla para posteriormente ingerirlas. Su compañero, sin dudarlo, pasó a realizar la misma operación hasta dejar el ramo sin ningún puto pétalo. El camarero regreso con los platos pedidos y pudo observar atónito lo perpetrado en aquella mesa, pero optó por guarda