CLUM

El invierno demográfico en el que estamos sumidos en España no es un fenómeno exclusivo de nuestro país, sino que afecta a todo occidente y a otros lugares como Rusia o Japón. Es por ello que tenemos que irnos acostumbrando a ver a viejos haciendo cosas que hasta ahora se consideraban juveniles. Este es el caso de los abuelos skaters, que con una actitud impecablemente CLUM y desafiando la resistencia de sus huesos, músculos y tendones, fluyen con sus patines y hacen trucos como cualquier otro aficionado a este vistoso deporte.

Hace no mucho que la farmacia más importante del pueblo decidió emprender una importante ampliación y modernización de sus instalaciones. Entre otras acciones, la mejora estrella consistía en la incorporación de un robot de almacenamiento caótico que mejorase sustancialmente el orden y la organización de los productos. Pronto se extendió la voz entre los clientes habituales, con el consiguiente efecto llamada. La farmacia se llenó de ancianos expectantes de ver al susodicho robot y, cuando apareció el dependiente habitual de la farmacia, los abuelos interpretaron que el famoso robot era aquella persona, con las consiguientes muestras de júbilo y admiración ante el progreso del ser humano. -Desde luego, qué bien hecho está. No se nota nada de nada. A lo CLUM.

En mitad del caos en el que vivimos inmersos aparecen abuelos que, a una velocidad absolutamente CLUM, se marcan todo un slalom para la historia. Respect.

La Semana Santa no ceja en su empeño de proporcionar material de primera calidad, como las aportaciones que envían al blog los amigos del CLUM: -Cristo Resucitado bailando el Ai se eu te pego. -El abuelo que la lía parda.