Las algaradas de hoy en Barcelona nos muestran una vez más la tradición levantisca y agitada de la Rosa de Fuego. Hoy, los CDR, GAAR y otros grupos, muchos de ellos formados por hijos de acomodados burgueses, pero también por los nietos y tataranietos de los numerosos anarquistas que señorearon la ciudad en tiempos no tan lejanos, han organizado -como si de un programa de festejos se tratase- una jornada con numerosos sabotajes a las infraestructuras de Cataluña y especialmente su capital. Canciones, cortes de tráfico, comidas reivindicativas... es por ello que el CLUM propone que la jornada se complete con eventos deportivos que mantengan el nivel de hardcoridad, y para ello nada mejor que tomar ejemplo de sus hermanos italianos con el llamado calcio florentino, un deporte de origen medieval y ultraviolento propio de la refinada capital de la Toscana. El juego consiste en dos equipos con 27 componentes cada uno en el que el objetivo básico es meter gol. Para lograrl