No se conoce su origen, pero este párrafo de Antoni Roda Jorge es muy esclarecedor:
La Bernarda era una prostituta muy solicitada. Tan solicitada, que pasaron sus encantos a la historia. Pero no sus ojos, manos o pechos. Sólo su coño. El coño de la Bernarda fué inmortal por lo usado, imperecedero para la imagenería popular, coño de coños, refulgente apeadero, abrevadero marginal.
Nada más que decir.
1 comentario:
me encanta esta expresion
auque no es para usarla demasiado a menudo
un saludo javi
Publicar un comentario