Anécdotas CLUM (18): El dependiente robot
Hace no mucho que la farmacia más importante del pueblo decidió emprender una importante ampliación y modernización de sus instalaciones.
Entre otras acciones, la mejora estrella consistía en la incorporación de un robot de almacenamiento caótico que mejorase sustancialmente el orden y la organización de los productos.
Pronto se extendió la voz entre los clientes habituales, con el consiguiente efecto llamada. La farmacia se llenó de ancianos expectantes de ver al susodicho robot y, cuando apareció el dependiente habitual de la farmacia, los abuelos interpretaron que el famoso robot era aquella persona, con las consiguientes muestras de júbilo y admiración ante el progreso del ser humano.
-Desde luego, qué bien hecho está. No se nota nada de nada.
A lo CLUM.
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