Anécdotas CLUM (27): Felix da Housecat y la discoteca Berghain

Si el empobrecido Berlín de los años 20 del siglo XX fue uno de los puntos calientes de las vanguardias artísticas, el posterior a la caída del Muro se convirtió en un referente mundial del underground.

En esta época todavía eran plenamente visibles las heridas de la II Guerra Mundial y la posterior separación física entre la parte oriental y occidental de la ciudad. De ahí que todavía hoy exista un considerable número de espacios indeterminados, edificios semi abandonados y cosas raras en general. Estos hechos, sumados a unos precios bastante asequibles, crearon un caldo de cultivo perfecto para que surgieran sitios como Berghain, una de las mecas mundiales del techno, famosa por su ubicación (en una antigua central eléctrica del Berlín oriental), su brutal equipo de sonido y por sus relajadas costumbres sociales y sexuales.

Pero sin duda, su principal activo es Sven Marquardt, su portero de discoteca, conocido como el "cancerbero de la noche berlinesa".
Este señor, además de gorila, es fotógrafo y su fama mundial se debe a su estricto criterio de admisión, basado principalmente en su apetencia, ya que de entrada no hay ningún tipo de etiqueta. Él se justifica afirmando que su trabajo consiste en "cuidar la atmósfera de Berghain", y que eso sólo se puede hacer "sabiendo bien quién está dentro y quién de los de fuera puede sumar calidad en vez de hacer bulto". Vamos, lo que hace cualquier portero de discoteca de medio pelo, pero de manera más frívola y cruel.

Tan en serio se toma su trabajo que a principios de este año el mítico Felix da Housecat, se quedó fuera por decisión de Sven, cosa que no sentó demasiado bien al Dj, que tras este hecho escribió unos 50 tweets que comenzaban con un claro "U fucked with the wrong person @berghain" y continuaban afirmando que Berghain había jodido la música House y que Berlín tendría que estar agradecida a Detroit y Chicago por haber importado de allí la música techno. Es de suponer que todos estos reproches ni siquiera hayan sido leídos por el portero y, si lo hiciera, se la sudaría lo más grande.

Hay que reconocer que su actitud, que no es otra que la de dejar entrar solamente a personas con actitud, es muy CLUM.

Si quieres saber un poco más de este club, mírate este interesante reportaje, que culmina con un documental sobre la escena techno berlinesa.

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