Los chinos nos demuestran día a día -de forma CLUM- que absolutamente cualquier cosa se puede piratear. Desde juguetes, móviles, películas, colonias o ropa hasta aviones, coches, medicamentos, cosméticos o comida, los cabrones han logrado hacer del plagio un arte. Sin embargo, últimamente han dado un paso más allá y ahora también se dedican a plagiar edificios, como el Wangjing SOHO de Pekín, proyectado por la arquitecta Zaha Hadid, aupada a lo más alto de la fama mundial a base de hacer grandiosas y carísimas horteradas. El edificio fake se llama Meiquan 22nd Century Building y está en Chongqing, una ciudad de nombre impronunciable de más de 5 millones de habitantes y que crece a un ritmo infernal. Aquí el clon. El caso es que el edificio falso va a mayor velocidad de construcción que el original y, a pesar de la digna actitud de la arquitecta, que dice que le resultaría emocionante "si las siguientes generaciones de estos edificios clonados muestran m