Anécdotas CLUM (II): El hotel de Toledo
Cuenta la historia que en un hotel de la Ciudad Imperial se encontraba un conocido empresario disfrutando de unos momentos de relajación con su amante.
Dado el estatus del que disfrutaba nuestro protagonista, no había otro lugar para alojarse más que en la suite principal del hotel. El caso es que dicha suite se encontraba exactamente encima de la recepción.
Suponemos que él estaría muy estresado y la fogosidad con la que practicaron el fornicio debió ser tal que el suelo de la habitación cedió, cayendo en el lugar más concurrido del hotel el empresario, la pilingui y la cama en bloque para susto y posterior regocijo de los asistentes a tan funesto hecho.
Más CLUM imposible.
Dado el estatus del que disfrutaba nuestro protagonista, no había otro lugar para alojarse más que en la suite principal del hotel. El caso es que dicha suite se encontraba exactamente encima de la recepción.
Suponemos que él estaría muy estresado y la fogosidad con la que practicaron el fornicio debió ser tal que el suelo de la habitación cedió, cayendo en el lugar más concurrido del hotel el empresario, la pilingui y la cama en bloque para susto y posterior regocijo de los asistentes a tan funesto hecho.
Más CLUM imposible.
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