Mientras que en España la gente se queja por los embotellamientos de media horita a la entrada a las grandes ciudades, los chinos disfrutan de vez en cuando de atascos CLUM en toda regla. Un perfecto ejemplo es el que empezó hace un mes en China y que se supone que ha acabado hace unos días en una de las principales autopistas de este país.
Como no podía ser de otra manera, los comerciantes de los pueblos cercanos al atasco aplican unas tarifas CLUM para los productos de primera necesidad que necesitan los habitantes de esta ciudad ambulante.
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Salu2!