Gente CLUM (84): Eduardo Mendoza

Hace escaso tiempo que Eduardo Mendoza, autor de clásicos como La ciudad de los prodigios, La verdad sobre el caso Savolta o Riña de gatos ha sacado su última novela: El secreto de la modelo extraviada, la quinta entrega de la saga protagonizada por su detective anónimo, uno de los más CLUM de la larga lista de personajes que pueblan su obra.

Seguramente seas un avezado lector de sus novelas, pero aun así el CLUM te ofrece un fragmento extraído de El laberinto de las aceitunas, protagonizada por el detective CLUM anteriormente mencionado, que resume en pocas líneas el estilo y la actitud de Mendoza:
Subí a la habitación cuyo número aparecía escrito con bolígrafo en la porra, entré y cerré. La habitación no estaba del todo mal. Se veía que el hotel había sido decoroso en su día y que últimamente, quizá de resultas de la crisis, no había recibido las necesarias atenciones. Pese a carecer de colchón, la cama era grande y el cuarto de baño tenía todos sus componentes, aunque algún cliente había hecho de ellos mal uso a juzgar por lo que flotaba en la bañera. Con todo, y no siendo yo puntilloso, me dije que iba a pasar una buena noche. Escondí el maletín debajo de la almohada, me tumbé en la cama y, como había visto hacer en las películas, descolgué el teléfono para pedir que me despertaran a las ocho. Por el auricular salió el ruido inconfundible de unas castañuelas, que escuché hasta que, cansado, decidí colgar. Estaba en un tris de dormirme cuando alguien tocó a la puerta. Pregunté quién era.

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