Una obra CLUM

La larga crisis que llevamos soportando desde hace muchos años en nuestro país ha hecho que el concepto low cost, conocido de forma más castiza como lonchafinismo, se apodere de todos los ámbitos de nuestra vida. 

Uno de ellos es el campo de la construcción, donde se ha pasado de un mundo ostentoso y derrochador -contando de forma magistral en la serie Crematorio- a otro donde la escasez de viruta provoca intervenciones como la que se muestra en las fotos de este post, correspondientes a unas "actuaciones de mejora de la accesibilidad" en una comunidad de vecinos. Esto es, una rampa.

El agudo ojo clínico de la gente CLUM que lee este blog podrá observar el estilo grueso con el que los operarios han decidido resolver tanto la ejecución como el embellecimiento de esta intervención. ¿Para qué incluir un solado pétreo cuando se puede simular su dibujo en el cemento con el dedo? Las pisadas marcadas denotan también una clara apuesta por abordar el proyecto desde lo holístico y no como una sucesión de decadentes detalles.

Sin duda, los apóstoles del brutalismo, ese movimiento del siglo XX que proponía una arquitectura alienante y satánica, estarían orgullosos de esta obra.

 
 

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